El día viernes 21 de Agosto se realizó la presentación de la segunda edición del libro "Chungui: Violencia y Trazos de Memoria" del sociólogo y retablista Ayacuchano Edilberto Jimenez Quispe. Durante la presentación de proyectó un adelanto de un documental llamado "Horror sin lágrimas: una historia peruana" realizado por Felipe Degrogori.
La nueva edición de este libro estuvo a cargo del Instituto de Estudios Peruanos, con el auspicio de la Comisión de Derechos Humanos (COMISEDH), el Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica (DED) y el apoyo del la Universidad de Montreal, con una presentación más voluminosa de 417 páginas, con un formado más grande y una mejor calidad de impresión. En cuanto al contenido se incluyeron más testimonios con sus respectivos dibujos, mapas con la ubicación de todos los poblados, algunos datos de la evolución de Chungui después de la violencia y la situación actual.
La presentación está a cargo de Pablo Rojas, el prólogo de Carlos Iván Degrogori, el ensayo introductorio de Abilio Vergara denominado "La memoria de la barbarie en imágenes", texto de reconocimientos del autor, los datos básicos de Chungui, el texto principal sobre la violencia del autor y la parte principal del libro "Trazos y testimonios" con 187 páginas de dibujos y testimonios. También trae una cronología de 88 páginas de los hechos importantes que abarca desde 1992 hasta 1997 con preminencia de los años de violencia indicando lugares, fechas y un resumen de los hechos.
Finalmente trae un glosario de términos que explican algunos términos para aquéllos que requieren una explicación.
El libro, en su conjunto, es un testimonio desgarrador del genocidio que sufrió la zona de Chungui y los pueblos de Oreja de Perro, atrapados entre dos fuegos, donde quizás se dieron los más atroces violaciones a los derechos humanos y diezmó su población más que a la mitad, enfrentándose y matándose muchas veces entre los mismos parientes, carnes de cañón la mayoría de las veces.
Mientras las esperadas reparaciones civiles no llegan como se esperaba, para muchos sobrevivientes será un consuelo que sus terribles experiencias queden grabados para siempre. Según las mismas palabras de Edilberto Jimenez, el libro es sólo una muestra de todo el horror protagonizado en Oreja de Perro, pero suficiente para que la memoria sobre esta barbarie no quede en el olvido, para que las futuras generaciones tomen muy cuenta y no vuelva a repetirse en el futuro.
Esta obra es pues realmente una contribución a la historia de Chungui, para decir al mundo que este lugar existe, que sus gentes aún están vivos y quizás algún día llegue el desarrollo para sacarlos de pobreza extrema.