En muchas comunidades andinas se sigue practicando aún la técnica Inca de las rotaciones de tierra en el cultivo de los productos de consumo corriente como la papa. Es el caso de Chungui donde aún no se utiliza los fertilizantes químicos ni ningún otro agroquímico. En Chungui los terrenos se rotan cada siete años, en ese tiempo se logra la recuperación de la fertilidad del terreno y en el peor de los casos se usa el estiércol de los animales como abono natural.
La variedad de papas nativas es enorme, muchos de ellos se destacan por sus colores exteriores e interiores, sus formas, su sabor especial o sus nombres sugestivos tales como “putis”, el “ritipa sisan” o “flor de nieve”, el “llumchuy waqachiq” ó “el que hace llorar a la nuera”, el “wira pasña” o “muchacha gorda”, entre otros. Los campesinos nos cuentan que muchas de estas variedades están desapareciendo, pues por estos lares no se aparece ninguna institución que tendría que velar por la conservación de esta riqueza natural del Perú profundo.
Las siguientes son algunas imágenes de esta actividad ancestral, corresponde a la cosecha de papas realizado en la segunda semana de Mayo en la zona de Rodio Pampa, las fotos corresponden a algunos lugares altos como Inchanqa, Chungui Huayqu y Leqles Pata, donde las parcelas están desperdigadas en pequeños espacios a lo largo de las laderas de los cerros que colindan con Chungui Qasa, por lo accidentado del terreno todas las labores agrícolas son manuales y con herramientas manuales.
En las cosecha no deja de faltar la sabrosa Pachamanka, que es la comida diaria de los campesinos en la cosecha, las papas, ocas, mashuas, habas, van directamente a los hornos preparados en un alto de la jornada y está listo para el almuerzo.